Dios continúa trabajando
Dios trabaja y crea, esa es parte de su esencia divina, el poder creador. Génesis 1 y 2 nos presentan a Dios trabajando al dar forma al cuerpo humano tomado del polvo (Gén. 2:7, 21), planta un un jardín lleno de árboles hermosos que dan buenos frutos (Gén. 2:8-9). El Señor no solo crea con su palabra todas las cosas, su trabajo continúa al sostener y preservar su creación proveyendo todo lo necesario para la vida de sus criaturas, y también se revela a la humanidad caída dando su ley y mostrando un plan para la redención del mundo que se ha rebelado en su contra. El Señor continúa trabajando de innumerables formas para mostrar su gloria al mundo.
La creación entera nos revela la gloria de Dios y nosotros como seres creados a su imagen y semejanza. Si fuimos creados por Dios a su imagen (imago dei) entonces ¿Cuál es nuestro papel en el mundo? ¿En dónde debemos encontrar nuestro sentido de identidad?
Dios da respuesta a estas preguntas al darnos la oportunidad de que Él sea conocido por medio de nuestro trabajo, como un agente de cambio y beneficio para los que nos rodean.
En Génesis 1:26 dice el Señor: y dijo:
«Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes, y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo». NVI
Dios nos creó a su imagen para ser sus representantes y que ejerzamos dominio sobre la creación al ser fructíferos y al multiplicarnos.
y los bendijo con estas palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo»
El mandato de ser fructíferos y multiplicarnos es más que solamente tener hijos. Es llenar la tierra con las obras que reflejen el carácter de Dios, su inteligencia y su capacidad creadora. La posición que Dios nos ha dado sobre la creación implica “cultivar” el mundo, es decir, crear una cultura utilizando todo lo que Él ha hecho y desarrollando el potencial de la tierra. Dice Tim Keller en su libro “Toda buena Obra”:
“Cada vez que ordenamos algo y evitamos el caos, cada vez que utilizamos nuestro potencial creativo y transformamos algo, estamos imitando el patrón de trabajo de Dios en el desarrollo cultural. Página 669”
“La diferencia entre el mundo salvaje y la cultura es simplemente, trabajo. Página 886”
Desarrollar el potencial de la creación significa trabajar, inventar, imaginar, ordenar y producir todo aquello que sirve para el bien de la humanidad. Esto incluye todas las áreas del quehacer humano, por ejemplo: El arte, el gobierno, la familia, la educación, la comunidad, la salud, la tecnología, la gastronomía, y todo lo que sirva para el florecimiento de la humanidad.
Keller continúa diciendo: