Génesis 1:1-26
La fe cristiana nos enseña que el evangelio lo cambia todo, sin embargo para muchas personas es difícil entender como el evangelio también debería transformar nuestro trabajo diario. Constantemente experimentamos más consecuencias de vivir en un mundo caído que la gloria de nuestras vocaciones y llamados. Las preguntas que surgen de esta realidad pueden ser: ¿Cómo sé que estoy honrando a Dios en mi trabajo o si solamente estoy utilizándolo para mi provecho egoísta? ¿Qué debemos hacer si no nos gusta el trabajo que tenemos? ¿Podemos realmente conectar lo cotidiano y aparentemente insignificante con el plan de Dios para el mundo?
El ministerio de “Fe y trabajo”, busca establecer el fundamento para la integración de nuestra fe con el trabajo a través de la enseñanza bíblica, reflexión teológica y ejemplos prácticos. El propósito principal es que cada persona que participe en este entrenamiento tenga una visión más clara de como Dios puede utilizar nuestros llamados y vocaciones.
La Voz Creadora de Dios
Dios creó todas las cosas por medio de su palabra, él las llamó a la existencia. Cada uno de los 6 días de la creación empiezan con la frase: “Y Dios dijo”. El Salmo 33:6 y 9 dice:
6 Por la palabra del SEÑOR fueron creados los cielos, y por el soplo de su boca, las estrellas.
9 porque él habló, y todo fue creado; dio una orden, y todo quedó firme.
Son las palabras de Dios que producen todo lo creado. Es su palabra la que crea la luz en medio de las tinieblas, la tierra en medio del mar, el aire en medio del agua. Sobre todo, Dios le da aliento de vida al ser humano. La palabra del Señor, tiene el poder para dar vida, forma y estructura a la tierra. Pero además Dios no solo creó el mundo (Heb. 11:3; 2 Pedro 3:5) el continúa hablándonos por medio de su palabra escrita y así también trae a nuestras vidas caóticas, forma y estructura de tal forma que también fructificamos y nos desarrollamos. El mismo poder que actúa en la creación del mundo, es el mismo que actúa en nosotros para transformarnos.
Dios continúa trabajando
Dios trabaja y crea, esa es parte de su esencia divina, el poder creador. Génesis 1 y 2 nos presentan a Dios trabajando al dar forma al cuerpo humano tomado del polvo (Gén. 2:7, 21), planta un un jardín lleno de árboles hermosos que dan buenos frutos (Gén. 2:8-9). El Señor no solo crea con su palabra todas las cosas, su trabajo continúa al sostener y preservar su creación proveyendo todo lo necesario para la vida de sus criaturas, y también se revela a la humanidad caída dando su ley y mostrando un plan para la redención del mundo que se ha rebelado en su contra. El Señor continúa trabajando de innumerables formas para mostrar su gloria al mundo.
La creación entera nos revela la gloria de Dios y nosotros como seres creados a su imagen y semejanza. Si fuimos creados por Dios a su imagen (imago dei) entonces ¿Cuál es nuestro papel en el mundo? ¿En dónde debemos encontrar nuestro sentido de identidad?
Dios da respuesta a estas preguntas al darnos la oportunidad de que Él sea conocido por medio de nuestro trabajo, como un agente de cambio y beneficio para los que nos rodean.
En Génesis 1:26 dice el Señor: y dijo:
«Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes, y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo». NVI
Dios nos creó a su imagen para ser sus representantes y que ejerzamos dominio sobre la creación al ser fructíferos y al multiplicarnos.
y los bendijo con estas palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo»
El mandato de ser fructíferos y multiplicarnos es más que solamente tener hijos. Es llenar la tierra con las obras que reflejen el carácter de Dios, su inteligencia y su capacidad creadora. La posición que Dios nos ha dado sobre la creación implica “cultivar” el mundo, es decir, crear una cultura utilizando todo lo que Él ha hecho y desarrollando el potencial de la tierra. Dice Tim Keller en su libro “Toda buena Obra”:
“Cada vez que ordenamos algo y evitamos el caos, cada vez que utilizamos nuestro potencial creativo y transformamos algo, estamos imitando el patrón de trabajo de Dios en el desarrollo cultural. Página 669”
“La diferencia entre el mundo salvaje y la cultura es simplemente, trabajo. Página 886”
Desarrollar el potencial de la creación significa trabajar, inventar, imaginar, ordenar y producir todo aquello que sirve para el bien de la humanidad. Esto incluye todas las áreas del quehacer humano, por ejemplo: El arte, el gobierno, la familia, la educación, la comunidad, la salud, la tecnología, la gastronomía, y todo lo que sirva para el florecimiento de la humanidad.
Keller continúa diciendo:
“La agricultura toma los materiales de la tierra y las semillas para producir comida, la música es transformar la física del sonido y modificarla para hacerlo algo hermoso y que nos conmueva…cuando un pedazo de tela se transforma en una prenda, cuando utilizamos una escoba para barrer y cuando usamos la electricidad para dar vida a una máquina, todo eso es la continuación de la obra de Dios en donde somos cocreadores junto con Él al llenar y ejercer dominio sobre la creación.”
Fuimos creados para trabajar
Genesis 2:15 dice que Dios creó al hombre y lo puso en el huerto para que lo labrara y lo guardara. Esto significa que el trabajo es algo intrínseco a la naturaleza humana y parte de la imagen divina, si alguien realiza una cirugía de corazón, si prepara un sermón o barre la calle, todo eso refleja la naturaleza de Dios que pone orden al caos y que establece un propósito por encima del vacío.
¿De qué manera toda esta información afecta la manera en la que ves y realizas el trabajo que haces diariamente?
Trabajo, fe e identidad
Cuando hablamos del llamado a hacer o ser algo en la vida, debemos recordar que lo importante no es el llamado sino quien hace el llamado.
Si sientes el llamado a realizar algo pero no sabes porque debes hacer lo que deseas o lo que quieres, en realidad ese llamado es algo vacío, algo hueco porque no tiene un propósito superior. Cuando alguien se pregunta ¿Que debo hacer en la vida? En realidad debería preguntarse ¿Por qué debería hacer lo que quiero hacer en la vida?
Todos los que creemos que Cristo es nuestro Señor y Salvador, debemos recordar que Él nos llama por nuestro nombre para enviarnos en una misión para establecer Su Reino en la tierra. Cuando entendemos esto, entonces nuestras vocaciones y el trabajo diario son la expresión de nuestra identidad y no la fuente de nuestra identidad.
Un cristiano debería recordar que representa a Cristo ahí donde está, en el hogar, en el trabajo, en la diversión y en todas sus relaciones. Además que Dios lo formó para trabajar y que ese trabajo ahora en la fe de Cristo se convierte en un instrumento que sirve para que Dios siga manifestando su gloria y su amor por el mundo caído, por un mundo que esta en constante conflicto y en dolor.
El trabajo es la oportunidad de servir a Dios al servir a los demás en todos los campos del quehacer humano pero a causa de nuestra rebelión en contra de Dios, el trabajo se ha convertido entre otros aspectos en otra expresión más del egoísmo humano, en otra manifestación más del odio del hombre hacia Dios y hacia sus semejantes. Ahora en lugar de encontrar nuestra identidad en la forma y en el propósito con los que fuimos creados, el trabajo se convierte en el origen de nuestra identidad, ahora el trabajo es en donde muchas personas buscan su sentido de valor y de tranquilidad. Esto hace que al mismo tiempo el trabajo, se vuelva una fuente continua de desanimo, descontento, sentimientos de desconexión y finalmente de decepción.
El evangelio, es decir, la fe en la vida, muerte y resurrección de Cristo, nos lleva inevitablemente a reconocer lo negativo de establecer una identidad sobre la base de nuestras ocupaciones cotidianas y a plantearnos como debemos recuperar el sentido del trabajo de acuerdo con el plan de Dios y la forma en la que fuimos creados. Nuestra identidad en Cristo debe ser la oportunidad para ver nuestro trabajo como una expresión de esa identidad y arrepentirnos de buscar nuestra paz en las estructuras corruptas del mundo.
¿De qué formas te sientes desanimado, inconforme o desconectado de tu trabajo? ¿De qué manera, las buenas noticias del evangelio podrían ayudarte a cambiar tu actitud y tus circunstancias presentes?
El Trabajo en México
Una parte fundamental para la aplicación del evangelio al contexto de nuestro país y de la Ciudad de México, es reconocer algunas características de como se ve el trabajo en nuestra cultura. Aquí presentamos los resultados de 3 artículos que se han hecho sobre como nuestra cultura mexicana se expresa en el trabajo.
1. La cultura organizacional de los mexicanos
“De acuerdo a la Encuesta Nacional de Empleo y Ocupación 2011, en el país se registró una insatisfacción laboral del 74% de la PEA (Población Económicamente Activa)
Informes de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) proclaman que el 38% de la fuerza laboral se siente enojada con su lugar de trabajo.
Según una publicación de la prestigiosa revista Forbes, 2 de cada 3 personas buscan un nuevo trabajo o empleo. Alrededor del 65% de los empleados mexicanos de las grandes empresas quieren encontrar un nuevo trabajo. AÑO
Otro indicador de la Academia Mexicana de Ciencias ubica que de tres mil mexicanos que obtienen un doctorado, menos de la mitad encuentran un trabajo estable y bien remunerado de acuerdo a su profesión; las consecuencias van de la conocida “fuga de cerebros”, a otra más común: conformarse con un empleo y salario deficientes, que enreda a las personas en un círculo vicioso de insatisfacción laboral.
Los mexicanos son los que más horas trabajan según datos de la OCDE, según la edición 2014 de “Employment Outlook”; se estima que México ocupa el primer lugar con un total de 2,237 horas trabajadas anualmente.”
Aguilar Maximiliano De Jesús. (2015, junio 19). La cultura organizacional de los mexicanos. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/la-cultura-organizacional-de-los-mexicanos
2. Los malos hábitos de los mexicanos en el trabajo
En un artículo de la revista ALTO NIVEL encontramos otro análisis de la cultura del trabajo en México con estas conclusiones:
“De manera concreta, el mexicano no ama lo que hace ni se siente identificado con la visión y objetivos de la empresa con la que trabaja. De acuerdo con un estudio realizado por OCC Mundial, el 45% de los trabajadores se encuentran laborando en un área distinta de la que estudiaron y el 34% asegura cambiar de carrera debido a una falta de orientación vocacional. La falta de correlación con las empresas es uno de los principales defectos que caracterizan a la cultura laboral del mexicano. Pero, ¡ojo! esto no quiere decir que no seamos buenos en nuestro trabajo, según Regus, el 39% de los mexicanos se sienten tan obsesionados con sus tareas laborales que siguen trabajando hasta en sus periodos vacacionales.
Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), indicó que los mexicanos se encuentran entre los países con mayor número de adictos al trabajo. Sin embargo, trabajar mucho no quiere decir que lo quieran. Hace falta una correcta orientación vocacional para estar en el empleo que te hará feliz y que no sólo te dará los ingresos para cumplir tus metas.”
Un Informe de Práctica Docente hizo una investigación que llego a los siguientes resultados en 2 áreas: Motivación en el trabajo y Como se logra el éxito profesional.
Gutierrez Tatiana en ALTO NIVEL (2013) https://www.altonivel.com.mx/ cuales-son-los-malos-habitos-mexicanos-en-el-trabajo
3. Comportamiento y motivación del trabajador mexicano en las organizaciones.
Motivación en el trabajo: El principal factor que motiva a los entrevistados es el ambiente laboral (60%), entendiéndose por ambiente laboral como todos aquellos factores extrínsecos que lo rodean tanto las condiciones físicas como ambientales de su trabajo (Herzberg, 1954). Les agrada socializar, convivir con las personas y trabajar en un ambiente libre de estrés. El dinero solo fue un factor importante para el 30% de los entrevistados, dando por entendido que existe un factor más importante (el ambiente laboral) que el salario.
En cuanto a lo que no lo motiva sobresalen en primer lugar las largas jornadas de trabajo (40%) y el sueldo que perciben (30%). Al respecto Jiménez y Moyano (2008) mencionan que condiciones como la flexibilidad horaria, permisos, asistencia en labores domésticas y cuidar formas de supervisión, aumentan el bienestar y satisfacción laboral, dando como resultado menor nivel de estrés, más control personal del trabajo y de tiempo familiar, trayendo simultáneamente beneficios organizacionales al reducir el ausentismo e incrementar la productividad, por otro lado la motivación está influenciada por la cantidad de remuneración que las empresas proporcionan (Lawler, 1986), obviamente, ambos factores parecen por lo tanto estar relacionados.
Que diferencia a una persona exitosa de quien no lo es: Este apartado permite identificar aquellos factores que permiten a una persona tener éxito o no en su trabajo, en la percepción de los entrevistados. Es de llamar la atención que el primer factor que se menciona (60%) para obtener éxito sea la prepotencia, entendiendo este factor como la característica de una persona que impone su poder o su autoridad sobre otros sujetos para sacar un provecho o para ostentarlo (Peñalosa, 1974), el factor indígena como inconsciente silencioso de la personalidad social (Paz, 1959). Un segundo factor que se menciona (20%) es “ser barbero” es decir alabar de forma exagerada y generalmente interesada “al jefe” para conseguir un favor o ganar su voluntad.
Por otro lado, los entrevistados piensan que los factores que no permiten ser exitosa a alguien en el trabajo es ser conformista, es decir la actitud de la persona por mantener su estado actual y no salir de la zona de confort. El segundo aspecto mencionado por los entrevistados es la dificultad para ascender de puesto. Al respecto, Fuentes del Burgo y Navarro (2013), mencionan que cuando no existe ningún sistema de promoción el efecto sobre la satisfacción laboral es normalmente negativo
El mexicano es un ser muy diferente. Para tener éxito en el trabajo se abusa del poder económico, de los patrones culturales de obediencia, de la necesidad de ser aceptado, del concepto de respeto hacia la autoridad y del sometimiento, que coincide con lo expresado por Peñalosa (1974). Siendo el conformismo el principal factor para no tener éxito en la percepción de los entrevistados.
Piedra Mayorga Víctor Manuel. (2015, julio 28). Comportamiento y motivación del trabajador mexicano en las organizaciones. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/comportamiento-y-motivacion-del-trabajador-mexicano-en-las-organizaciones/
De acuerdo a esta percepción del trabajo en México, nuestro anhelo es que la iniciativa Fe y trabajo, pueda ayudarnos a aclarar nuestra visión del trabajo y esto nos lleve a atesorar el trabajo como una realidad redimida por el poder del evangelio. Las palabras de Dorothy Sayers, prolífica escritora, amiga de C. S. Lewis y los restantes integrantes de los Inklings, nos parecen un oportuno recordatorio y cierre de este documento: